Definición
La epilepsia es una afección crónica que se origina en el cerebro y se caracteriza por la repetición en el tiempo de crisis epilépticas.
Las crisis epilépticas constituyen la manifestación en el cuerpo de una alteración transitoria de la función cerebral, que ocurre como consecuencia de una descarga eléctrica anormal, originada en las neuronas. Las neuronas son las células nerviosas por excelencia, y por lo tanto, las principales componentes de nuestro cerebro.
¿ A quién afecta?

La epilepsia es una enfermedad frecuente. La padecen 1 a 2 personas de cada 200 individuos y afecta tanto a hombres como a mujeres. Si bien puede comenzar en cualquier etapa de la vida, es más factible que se manifieste antes del primer año de vida o después de los 60 años. En algunos casos es un cuadro hereditario, sin embrago la mayoría de las veces ocurre sin que ningún otro miembro de la familia haya tenido epilepsia
¿ Tiene tratamiento?
La epilepsia es una condición médica tratable. En la mayoría de los casos se trata con fármacos llamados antiepilépticos. La selección de los mismos depende de la identificación correcta del tipo de epilepsia y la efectividad del tratamiento debe ser controlada en forma periódica por el médico, a fin de realizar los ajustes necesarios. Para lograr mejores resultados es muy importante seguir las indicaciones dadas por el profesional en cuanto a la toma de la medicación y evitar olvidos en la misma
¿ Cuál es el pronóstico?
Gran parte de las personas con Epilepsia que reciben un tratamiento apropiado, controlan adecuadamente sus crisis, lo que les permite desarrollar plenamente sus actividades diarias
Tratamientos cognitivos-conductuales de las secuelas

El cerebro humano está organizado en forma de una compleja red que da sustento a nuestras funciones cognitivas. Estas últimas, son las que nos permiten comprender el mundo que nos rodea e interactuar con el mismo. Las funciones cognitivas incluyen: la memoria, la atención, las funciones ejecutivas, y las habilidades visoespaciales, entre otras.
En general, la persona que presenta crisis epilépticas esporádicas, no suele ver una afección de las funciones cognitivas de manera tal que dificulten sus actividades diarias. Si bien, en algunos individuos en los que sus crisis epilépticas se originan en determinadas áreas del cerebro, por ejemplo el lóbulo temporal, pueden llegar a experimentar problemas en la memoria y en las emociones. Entonces, en ocasiones, una crisis puede alterar transitoriamente el normal funcionamiento de una región del cerebro. Por ejemplo, si la crisis afecta a un área relacionada con el lenguaje, el paciente puede experimentar dificultades para nombrar objetos.
Memoria
El lóbulo temporal, una estructura fundamental para el almacenamiento y recuperación de la información, es una región del cerebro en donde frecuentemente pueden iniciarse crisis epilépticas en el adulto. Dichas crisis pueden afectar los procesos relacionados con la memoria, si no son tratadas apropiadamente.
Lenguaje
El lenguaje nos permite comprender y producir información para comunicarnos con el mundo que nos rodea. En la mayoría de las personas, las funciones del lenguaje están activas en el lado izquierdo del cerebro. La epilepsia puede afectar el lenguaje de maneras diferentes. Primero, si las crisis se generan en el lado derecho del cerebro, es probable que el lenguaje hablado no se vea afectado. Aún si las mismas tienen su origen en el lado izquierdo, el lenguaje no estará necesariamente perdido, sino que puede verse comprometido en algunas áreas. Una de las principales alteraciones del lenguaje en la epilepsia, es la capacidad de encontrar palabras, porque suelen alterarse las áreas del cerebro que las almacenan.
Funciones ejecutivas
Este grupo de funciones incluye la capacidad de organizar, planificar, inhibir respuestas, tomar decisión, entre otras, y depende fuertemente del lóbulo frontal (la región del cerebro que se encuentra a la altura de la frente). Las crisis epilépticas cuyo origen esté en el lóbulo frontal, pueden causar alteraciones en la capacidad para planificar acciones y para organizar los pensamientos en la manera más adecuada. También puede dificultar la capacidad para interactuar con otras personas, puesto que algunos individuos manifiestan cambios en la conducta durante las crisis.
Las funciones cognitivas pueden verse afectadas no solo por las crisis en sí mismas, sino también por la causa, proceso o enfermedad que da origen a la epilepsia y así como por el tratamiento instituído.
Debido a la importancia del normal funcionamiento cognitivo en la vida diaria, la evaluación cognitiva, un abordaje terapéutico personalizado y un seguimiento adecuado, son entre otras, partes fundamentales del enfoque interdisciplinario necesario.