Sonia, 35 años, y brillante ejecutiva de una de las empresas de comunicación más conocidas de la provincia de Barcelona, se hallaba sentada en mi consulta, contándome como ella, capaz de manejar un equipo amplio de personas, sin ningún problema, no sabía cómo enfrentarse al ataque de celos o envidia – no sabía ni cómo definirlo – de Eloy, de 37 años, su marido, que trabajaba como miembro del servicio jurídico de una empresa filial. Mi pregunta para Sonia fue: ¿y por qué no está él aquí? ¿ no crees que el problema, realmente, lo tiene él?
¿Cuál es la diferencia entre celos y envidia?
Los celos y la envidia son diferentes, a pesar de que, muchas veces, se confunden. Los celos es la reacción que muestras ante la amenaza de perder algo que ya es tuyo , es decir, ambos tenéis igual empleo y trabajáis en la misma empresa. Se reparte un ascenso. Y tú crees, firmemente, que por experiencia, antigüedad y logros, es tuyo. Sin embargo, se lo dan a ella; entonces, te pondrás celoso.
Por otra parte, sientes envidia cuando reaccionas ante aquello que crees que te falta. Vamos a seguir con un ejemplo parecido; en el caso de Sonia y Eloy, si a Sonia le dan un ascenso pero no a Eloy, esté sentirá envidia de su propia mujer.
¿ Es normal o no tener esas emociones en una pareja?
Es posible que, en una pareja, aparezca la envidia profesional, siempre y cuando se sepa encauzar porque, de lo contrario, el matrimonio se puede ver abocado a la ruptura.
Sigamos con el mismo ejemplo; ascienden a tu pareja y las normas sociales – como mínimo- te dicen que te debes alegrar por ella, apoyarla – en todo momento – y demostrarle más amor que nunca puesto que se halla en un momento de cambio y adaptación porque, claro, se supone que sois un equipo, ¿no?. Pero, confiésalo, muy en el fondo, te ha sentado fatal que, a partir de mañana, tu pareja vaya a tener un trabajo mejor – de esos con un nombre larguísimo – y, encima, con un “sueldazo” – muy por encima de tu sueldo – ¿verdad? De hecho, “si no le fuera tan bien”, tú “seguro” que le apoyarías en todo momento y, en ti, – no olvidemos, “el triunfador”- tendría un hombro en el que llorar, ¿a qué sí?
Estamos en un mundo altamente competitivo, en donde la envidia del éxito ajeno es un “deporte” nacional, pero ¡cuidado! en una pareja puede convertirse en un problema que lleve consigo serías discusiones e, incluso, se puede acabar convirtiendo la relación en todo un campo de batalla, de una forma absolutamente innecesaria. Debes recordar una de las principales reglas de las parejas; si ella gana, yo gano y, obviamente, al revés, con lo que conlleva de alegrarnos de todo lo bueno que le sucede a nuestra pareja compartir todo lo malo.
¿De acuerdo? Pues, olvídate de tu orgullo – que no lleva a ninguna parte – no tengas rabietas que nos recuerden a los muchos Peter Pan – por el Síndrome de Peter Pan – al contrario, madura, y extrae de todo esto que todos debemos alegrarnos de lo bueno que les ocurre a los demás, en lugar de entretenernos a lanzarles piedras, que tenemos allí fuera y, pasemos al siguiente punto.
Algunos estudios sobre la cuestión
Y, antes de que me lluevan los comentarios acusándome, cuanto menos, de feminista, explicar que, todo esto, no lo digo sólo yo. Se han hecho diversos estudios, publicados en prestigiosas revistas de Psicología.
En una investigación llevada a cabo en la Universidad de Florida por el equipo de la Dra Kate A.Ratliff,y publicada en el “Journal of Personality and social Psychology”1 se llevaron a cabo diversos experimentos con una muestra total de 896 personas siendo la hipótesis del estudio cómo se afectaba la autoestima del hombre heterosexual ante el éxito profesional de su pareja femenina
Para empezar, se hizo un grupo de 32 parejas a las cuales se les pasó un test que, presuntamente, medía su cociente de inteligencia. No era una prueba calificatoria pero, a pesar de ello, se le dijo a cada uno de los miembros de la pareja, que el otro había quedado entre los 12 mejores – o los 12 peores – de toda la universidad. Los hombres, cuyas mujeres habían quedado entre las 12 primeras, obtuvieron un nivel de autoconcepto inferior que aquellos que “creían” que sus parejas estaban entre las 12 peores.
Posteriormente, a 657 participes se les pidió que realizarán un juego Online. De estos, 284 eran hombres y se les pidió que recordarán una escena en que su pareja hubiera tenido un éxito destacado y, posteriormente, se les pasó un test de autoestima. Como resultado, se obtuvo que si los hombres pensaban en un éxito de su compañera, se sentían mal y disminuía su autoestima. Todo ello, se agudizaba si la pareja había tenido éxito en algún contexto en que el hombre competía con ella misma.
A partir del estudio, los investigadores concluyen que un hombre se siente amenazado cuando- en igualdad de condiciones- se ve superado por la mujer en una actividad que ambos estén intentando y que no debe ser, necesariamente, de tipo profesional. Así, según la Dra Ratliff “… con esto, encontramos evidencia de que los hombres, automáticamente, interpretan el éxito de su pareja como si fuera un fracaso personal, incluso cuando no están compitiendo entre ellos…” Una explicación a esta inseguridad sería, según los investigadores de este equipo, que los hombres donde pone “ mi pareja es exitosa”, interpretan en realidad “mi pareja es más exitosa que yo” aunque, por supuesto, los hombres inteligentes se alegran de estar al lado de una mujer brillante.
Sin embargo, el estereotipo nos muestra al hombre como el exitoso y con talento, más aún, si hablamos de ambientes académicos, universitario sobretodo. Por tanto, siempre según la investigación de la Dra Ratliff y su equipo, una mujer exitosa y con talento en dichos ambientes – o en cualquier otro de trabajo – es percibida como una amenaza real, no tan sólo para el trabajo, sino para el propio hombre y, por ende, para la relación de pareja, ya que aparece la duda,¿ seré lo suficientemente bueno para estar a su lado? – hasta hace un tiempo, duda que sólo se planteaban las mujeres – y que puede producir agresiones verbales inmotivadas.
Según otro estudio, esta vez realizado por un equipo de la Universidad de Washington, la pareja influye muy seriamente en nuestra carrera laboral, tal y cómo se obtiene tras haber analizado la trayectoria de diferentes candidatos, en función de una variedad de requerimientos.
De la investigación, podemos ver como el porcentaje más alto de candidatos con puntuación elevada en rendimiento laboral tenían una pareja estable, desde hacía años. Los factores más importantes, a tener en cuenta, que les aportaban estas parejas, eran los siguientes:
- Equilibrio: Una pareja estable proporciona equilibrio en diferentes áreas de la vida
- Calma: Si la pareja está bien ajustada y es responsable, produce calma y es útil para gestionar adecuadamente el estrés de la vida laboral exigente y ello, a su vez, aumenta el rendimiento laboral
- Más salud: La pareja estable tiene una influencia positiva en hábitos saludables: más ejercicio, menos grasas e hidratos de carbono, dieta adecuada, reducción del colesterol, buena tensión arterial, menos ansiedad y depresión y, por tanto, menos incapacidades laborales temporales
- Organización de las tareas: Las parejas estables tienes unos patrones de vida organizados, especialmente, en lo que respecta al ámbito doméstico lo cual produce menores niveles de estrés, repercutiendo positivamente en el rendimiento laboral
- Compromiso y apoyo: en parejas estables que no se muestren celosas del éxito profesional del otro porque, si estás comprometido y apoyas a tu pareja, conseguirás, finalmente, que es de lo que se trata, trayectorias profesionales paralelas, con mejores sueldos para ambos y mejores posiciones sociales.
¿Cómo puedo saber si mi pareja esta celosa de mi éxito?
Volvamos al caso del inicio; a Sonia le acaban de dar un ascenso, aquel puesto con el que siempre había soñado, y, además, eso significa una notable subida salarial. Por tanto, nos podemos imaginar a Sonia radiante y feliz; sin embargo, no es así. Su pareja, esta celosa de su éxito. Obviamente, si los tuviéramos en terapia de pareja, y le preguntáramos a Eloy, este lo negaría rotundamente, nos diría que se alegra “mucho” por Sonia pero que no comprende porqué presume “de un simple ascenso” De alguna manera, casi sin pretenderlo, intentará disminuir el valor de lo conseguido por Sonia.
Todo ello, esconde la inseguridad de Eloy; todavía hay muchos hombres como él que piensan que ellos deben ser “el cabeza de familia” y, como tal, el “mantenedor del sustento “ de toda la familia. A muchos, no les importa que trabajes – siempre y cuando sea en algo menor – porque, de lo contrario, se pueden sentir heridos en su hombría. Afortunadamente, no obstante, el porcentaje de hombres que piensan así son los menos ya que los tiempos han cambiado, a mejor.
¿Qué puedo hacer si mi pareja esta celosa de mi éxito?
Es una situación difícil y esto es lo primero que debes tener claro. Pero, lo es, para ambos. Después, puede que estas pautas te puedan ayudar:
- Habla con él. De forma relajada, cálida, empática, asertiva, abierta y practicando la escucha activa. Intenta descubrir las causas que motivan estos celos. Si lo haces bien, él se acabará dando cuenta de que la situación tiene muchas más ventajas que no inconvenientes.
- Busca ayuda profesional por parte de un/a psicólogo/a colegiado/a. Para muchas personas, los celos pueden llegar a extremos muy importantes, causando verdaderas interferencias tanto en la vida cotidiana como laboral e, incluso, en la propia felicidad.
- Visitar a un terapeuta de pareja, si es necesario. Piensa que los celos podrían acabar con vuestra relación y sólo tú tienes, realmente, el poder de decidir si quieres abandonar tus sueños, aquello por lo que has luchado tanto tiempo, sólo para que él se sienta más seguro y mejor – piensa que tú te sentirías más insegura y peor – Quizás, sería el momento de disfrutar de tu éxito, te lo has ganado y te lo mereces y nadie, absolutamente nadie, tiene derecho a hacerte sentir mal por ello.
- No olvides que si hablas en público de la colaboración de tu pareja en tareas domésticas, lo hagas explicando cuánto te admira que un hombre sea capaz de dejar a un lado los estereotipos para ayudar en labores domésticas y los puntos que suma esto a que sigas enamorada como el primer día.
- Apoya a tu pareja a conseguir lo que desea para convertirse en una persona de igual éxito que tú porque, entonces, él mostrará mayor disposición para ayudarte a ti misma.
- Enséñale que si su trabajo es una fuente de satisfacción para él, lo mismo te ocurre a ti, con el tuyo. Sé empática y trátale de explicar que sería injusto que él esperase que tú sacrificarás tu éxito y él, no lo hiciera
- De la misma manera, explícale que necesitas su apoyo porque cuanto más satisfecha estés en el trabajo, más feliz estarás en casa y esto, es un beneficio secundario para él mismo. Si lo hace, sé , frecuentemente, agradecida por dicho apoyo.
Tengo celos del éxito de mi pareja, ¿qué puedo hacer?
Es una situación difícil y esto es lo primero que debes tener claro. Pero, lo es, para ambos. Después, puede que estas pautas te puedan ayudar:
- Piensa en hablar con un amigo o un familiar acerca de lo que te ocurre; te ayudará a expresar todas tus emociones y a encontrar apoyo. Procura que la persona elegida no sea cercana a tu pareja, no queremos ninguna guerra y, de la misma manera, asegúrate que es alguien que es capaz de escuchar y dar opiniones razonadas, no alguien que le va a quitar importancia a “tu problema”, porque tienes un problema, ¿eras consciente de ello?
- Busca ayuda profesional por parte de un/a psicólogo/a colegiado/a. Para muchas personas, los celos pueden llegar a extremos muy importantes, causando verdaderas interferencias tanto en la vida cotidiana como laboral e, incluso, en la propia felicidad.
- Cambia de actitud: si tu forma de entender una relación de pareja es el lloriqueo o reprimir ciertas emociones, tarde o temprano, acabarás estallando emocionalmente. Una buena manera de empezar a cambiar tu actitud es empezar algo nuevo, por pequeño que sea; desde hacer footing hasta hacerte un videoblog de recetas de cocinas y colgarlo en youtube. A partir de ahí, verás como tu estado de ánimo, cambia.
- Habla con ella. De forma relajada, cálida, empática, asertiva, abierta y practicando la escucha activa. Intenta descubrir lo que le disgusta de tu comportamiento.
- Si ella es mayor que tú, se entiende que puede haber llegado antes al éxito, por tanto, tienes margen para llegar a tu meta pero ¡ claro! debes tener una meta bien establecida con sus objetivos y, sobretodo, saber qué es lo que no quieres hacer.
- Si has fracasado en tu primer o segundo o tercer o…intento de llegar a tu objetivo, no te rindas. Cuando uno se cae, se vuelve a levantar y sigue con más fuerza, aún. Además, es la única forma de vencer tu sentimiento de inferioridad.
Bibliografía
- Ratliff,K.A.,Oishi,S. ( 2013, in press) Gender differences in implicit self-esteem following a romantic partner’s success or failure. Journal of Personality and Social Psychology, vol 105,nº4,688-702
- Everding,G.(2014) Spouse’s personality influences career success,study finds Washington University in St.Louis: The Source